lunes, 24 de septiembre de 2012

Invaciones Inglesas

Intereses ingleses: Los dos principales intereses de Inglaterra, se basaban en lo militar y en lo comercial. En lo militar,estos quería asegurarse una base militar en el Río de la Plata para poder expandir su propio comercio y le quitarían una de sus posesiones coloniales a España. 

La primera invasión inglesa: Esta se efectuó en abril de 1806, los británicos fueron en un expedición desde el Cabo de Nueva Esperanza con el fin de tomar Buenos Aires. Desembarcaron el 25 de Junio en Quilmes. Los británicos pensaron que tendrían el apoyo de los criollos al decir que iban a hacer de su país un ejemplo de Independencia. Ante esto el virrey Sobremonte se fue a Córdoba, buscando apoyo militar el cual nunca llego. La ciudad fue tomada el 28 de Junio por los ingleses. Ante todo esto las autoridades españolas juraron fidelidad al monarca Jorge III. Mientras que los criollos se opusieron a la invasión inglesa, ya que Beresford no estaba a favor de la independencia, y no había cumplido con el libre comercio que este había prometido. Mientras la ciudad estaba ocupada por los ingleses, Martín de Álzaga , Santiago de Liniers y Juan Martín de Pueyrredón organizaron tropas. Liniers entro a la ciudad el 12 de agosto para reconquistar. Despues de una gran lucha callejera y la lucha entre ambos bandos, los británicos se rindieron. El 14 de agosto los vecinos delegaron a Liniers al mando militar y presidente de la Audiencia
La segunda invasión inglesa: En febrero de 1807, fue efectuada una nueva expedición inglesa liderada por Achmuty. Alarmados por la actitud de Sobremonte, Liniers convocó a una junta de guerra que decidio matar a Sobremonte. El día 28 de Junio, las tropas inglesas comandadas por John Whitelocke, desembarcaron en el puerto de Ensenada y fueron sobre Buenos Aires. Liniers hizo el intentó por detenerlo en dos ocasiones, pero fue derrotado. El 5 de julio entraron en la cuidad, ya preparada para defenderse. Álzaga fue quien organizó la resistencia, esta sostuvo en pie a Buenos Aires hasta que Whitelocke se rindio con la promesa de abandonar Buenos Aires y también Montevideo.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Otra Vuelta De Tuerca

Participantes: Nicolás Ambrosis y María Belén Brito Evans
Tema: Las apariciones
Tipo textual: Epistolar (carta)


Querida madre,
Estoy escribiendote esta carta porque sos una de las pocas personas en las que puedo confiar en contarle cosas sin que me trates de loca o me juzgues.
Como ya sabes, estoy trabajando en la mansión Bly, como institutriz de un par de niños que al principio parecían amorosos y tiernos, pero ahora todo se está volviendo más sospechoso.
Todo comenzó cuando yo estaba caminando por el parque y ví que en la torre había un hombre parado a lo lejos, era espantoso. Pero no se compara con lo que viene.
Unos días después, volví a ver a esta horrible criatura pero esta vez fue diferente, estaba del otro lado de la ventana del comedor, mirando todo el cuarto como si estuviera buscando a alguien mas, yo me encontraba totalmente paralizada, me quedé mirándolo mientras él me observaba. Luego fui corriendo hacia la torre a ver si lo veía pero no había nada. Cuando volví a la casa puse mi rostro contra la ventana para tratar de averiguar qué es lo que estaba viendo este visitante misterioso. La señora Grose entró en la habitación, ya que era la hora de ir a la iglesia, y recibió un gran susto al verme tan perturbada. No dude en contarle sobre las apariciones de este señor que había visto previamente, y después de varias descripciones físicas, la señora Grose me dijo que se trataba de un antiguo empleado llamado Peter Quint, pero lo curioso es que este hombre había fallecido hacía un tiempo. Ambas nos quedamos bastante asustadas pero decidimos que íbamos a hacer todo lo posible por cuidar a los niños de este “fantasma” y que cualquier cosa sospechosa que veamos nos lo íbamos a consultar.
Al cabo de unos días, me encontraba con Flora, la hermana menor, en el parque y todo iba bien hasta que de pronto vi una mujer extraña, estaba parada del otro lado del lago observando fijamente lo que la niña estaba haciendo. Lo que más me había llamado la atención era que la mujer se movía poco y nada, y la niña se daba cuenta que estaba siendo observada pero no hacía nada al respecto. Cuando le comuniqué a la Señora Grose sobre lo sucedido me dijo que se trataba de la señora Jessel, la antigua institutriz, que también había fallecido pero en el verano.
Con la señora Grose, sospechábamos que estos antiguos empleados estaban haciendo algo malo a los niños.
Una noche vi al señor Quint en la escalera, esto me produjo un gran susto pero me di cuenta de que ya no les temía como yo pensaba, sabía que los tenía que enfrentar. Esta tarde también vi a la señora Jessel en el estudio, ella estaba escribiendo una carta, no se bien para que o quien o que decía pero me resultaba un hecho muy curioso.
Nunca creí que los fantasmas podían existir pero mi estadía en esta misteriosa mansión hizo que mis creencias cambien completamente. No se que podra llegar a pasar conmigo, con los niños, con la gente que trabaja allí ni con los “fantasmas”, pero estoy segura de que es algo que no va a tener un buen final.
Te mando un caluroso saludo madre, te extraño mucho, mandale un saludo a mi padre y familia. Cuidense bien por favor. Pronto los iré a visitar.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

La Boca


En 1882 a raíz de un conflicto laboral que culminó con una huelga, un grupo de inmigrantes genoveses decidieron independizar a La Boca de la Argentina. Firmaron un acta en la que informaron al Rey de Italia que habían constituido la"Republica Independiente de la Boca" y levantaron su bandera. El General Julio Argentino Roca, por entonces Presidente de la Nación, acudió en persona al lugar con el Ejercito, quitando la bandera genovesa izada en un mástil y solucionó el conflicto.


Este emblemático barrio debe su nombre a que es precisamente en esta zona en donde se encuentran las bocas del Riachuelo, en donde sus aguas desembocan en el Río de la Plata. Muchos historiadores coinciden en señalar que La Boca es el lugar en donde Pedro de Mendoza fundó la ciudad de Santa María de los Buenos Aires, en 1536. Durante varios años, la boca del Riachuelo fue el puerto natural de Buenos Aires, pero debido a problemas tales como la poca profundidad de las aguas, los bancos de arena y las considerables crecientes y bajantes, entre otros, el puerto se trasladó más hacia el norte de la Ciudad.


Donde hoy se asienta el barrio de La Boca era una zona hostil, pantanosa, desolada y con periódicas inundaciones. Pero, a fines del siglo XIX comenzó a instalarse allí una pujante y creciente comunidad italiana con preponderancia de origen genovés que, poco a poco, fueron dándole vida y personalidad al barrio. Con el tiempo se fueron incorporando otros grupos de inmigrantes, españoles, griegos, alemanes y algunos dispersos grupos de franceses y sajones.


El barrio era un lugar de marineros de paso, con lo cual, se abrieron numerosas pulperías. Los italianos que habitaban el lugar eran cada vez más, hasta que en 1882 un grupo de genoveses firmó un acta que enviaron al rey de Italia comunicándole que habían constituido la República de la Boca. Al enterarse de esta noticia, inmediatamente, el entonces presidente, Julio Argentino Roca hizo quitar la bandera genovesa izada en el lugar y puso fin al conflicto.


La Boca se caracterizó por ser un barrio de habitantes divertidos, ruidosos y melancólicos. Hablaban el dialecto xeneixe, el de los genoveses, como si estuvieran en su tierra. Eran muy trabajadores y solidarios, llegaron a formar numerosas instituciones de apoyo comunitario, editaron diarios y fundaron clubes deportivos y culturales. Dada su gran sensibilidad para el arte, en el barrio han nacido cantores, músicos, poetas y artistas plásticos, muchos de los cuales han ocupado lugares significantes en el sentir popular.


Los colores de las casas representan una innumerable variedad que deviene de los sobrantes de pintura que los marineros traían a sus casas, como la pintura era costosa, y la cantidad escasa para pintar toda la vivienda de un mismo color, se aprovechaba hasta la última gota, por lo tanto, se pintaba primero los marcos hasta agotarla, para pasar luego a las paredes y pintar hasta donde alcanzara. Además, las líneas horizontales eran y son una característica de La Boca, largos tablones superpuestos en las casas de madera y la acanaladura de las chapas.







En este audio se puede escuchar el relato de un partido de fútbol en el momento que Riquelme hace un gol.